MILAGROS DEL PATRONO

CUANDO COMPRÓ SUS ZAPATOS EN TEKAX

        Cierto día, en vísperas de la celebración de la feria del pueblo, un zapatero vecino de Tekax, llegó a Halachó con el propósito de hacer entrega de un par de zapatos a un Señor que unas semanas antes se los había encargado en su humilde taller de calzado.

       Aquél zapatero desconocía el nombre del cliente, solamente tenía por datos el recuerdo de su rostro y el hecho de que le había comentado que preguntara por él en el centro del pueblo porque su popular persona era por todos conocida.

     Cansado el zapatero al no encontrar a su cliente optó por visitar la Iglesia católica y descansar en ella. Inmensa fue su sorpresa cuando descubrió la imagen de Santiaguito en el altar, pues era aquel rostro quien fue a encargarle el calzado hasta la puerta de su casa. Sin pensarlo se los acomodó a los pies del Santo y justo a su medida.




MILAGRO DEL  MAÍZ


          Hubo escases de cosecha  por causa de sequía en aquel tiempo, y cuentan que un día llegó  un camión de carga trayendo para el pueblo toneladas de maíz, según el transportista le comentó a las autoridades que era el pedido  que un Señor muy elegante y a caballo fue un día  a realizar el pedido para Halachó diciendo que su casa se encontraba enfrente del palacio municipal. Después de descargar y repartir el producto a toda la gente, el señor fue a la Iglesia y vio que en el altar la imagen que estaba era la misma persona que  había ido  a pedir dicho maíz. (por eso dicen, que Santiago trajo maíz a Halachó)

CUANDO SE LE PRESENTÓ A UN CAMPESINO

             Un campesino que solía ir a la Misa y procesión el día 25 de julio fiesta de Santiago Apóstol, pues ese día decidió ir a su milpa y no asistir a la celebración. Estando a camino rumbo a Becal Campeche se encontró a un hombre muy elegante y a caballo dirigiéndose a Halachó y éste le preguntó que a dónde iba y el respondiendo "a mi milpa" y aquella persona del caballo dijo que él se iba al pueblo de Halachó por ser día de Santiago Apóstol.

       El milpero al querer dirigirse nuevamente a camino, recordó que él acostumbra a no faltar este día a la Misa, y que esa persona con quien acababa de hablar  tiene el rostro muy parecido con Santiaguito, y  sin pensarlo regresó arrepentido y a toda prisa a Halachó para asistir  a la Santa Misa. 


 SUCIEDAD EN LA ROPA


     Quienes tienen la bendición de vestir al "hijo del trueno", atestiguan algunos hechos. Uno de los más conocidos que después de las procesiones religiosas en las cuales predominan el ardiente sol y el polvo, el cuello y las bolsas de la camisa de Papá San, se notan sucias y empolvadas semejante al que deja cualquier persona al usar sus bolsas en una de esas procesiones.


          En cierta ocasión señala al respecto Honoria Mut Pat, debido a una lluvia de medio día de un 25 de julio, el Padre Luis Tur (+) párroco en aquel entonces decidió suspender la solemne procesión. Los fieles en total desacuerdo decidieron efectuar la actividad exponiendo a la imagen  que sufriera algún accidente. Testifica Honoria que terminada aquella procesión le correspondió cambiar los calcetines al Santo. Al hacerlo, vió en la ropa las huellas que comunmente impregnan los dedos del pie y el carcañal de las personas.
     
           También comenta que en otras ocasiones "he visto tierra dentro de sus calcetines y piedritas en sus zapatos". Debido a ello, y considerando que los niños eran los responsables de las piedritas y de la tierra, se optó por ponerle botas al Patrono, pero pasó lo mismo y sigue pasando. La imagen presenta suciedad en su ropa durante las procesiones. 








CONTINUARÁ